RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

martes, 12 de septiembre de 2017

ORIOL JUNQUERAS i VIES


PRESIDENTE DE ESQUERRA REPUBLICANA DE CATALUNYA

También conocido popularmente con el sobrenombre de PORC SENGLAR (en castellano, JABALÍ)


lunes, 11 de septiembre de 2017

SERIAS DUDAS

Todo lo ocurrido últimamente en el Parlament de Catalunya en relación a la tan anhelada creación de una  república catalana prevista por Junqueras y Puigdemont, presumiblemente  independiente del Estado español en un futuro próximo y con el soporte añadido de los votos a considerar en las probables urnas y apoyados por un posible aunque todavía dudoso resultado mayoritario de miles de ciudadanos afiliados a los distintos partidos, tanto independentistas como no, debo confesar que el formato precipitadamente elegido por sus representantes electos  para alcanzar  tal emancipación del Reino de España, ha acabado desbordándome del todo. Me he sentido desbordado, sobre todo, por las formas arbitrarias planteadas por la mayoría soberanista en la Cámara catalana y por el más absoluto menosprecio demostrado sobradamente por los independentistas JUNTS PEL SÍ (Jxsí), y la CUP, al derecho, no sólo de participación sino, además, de opinión de la minoritaria oposición parlamentaria y que tan pocas oportunidades  han tenido de  pronunciarse y argumentar en contra de las conclusiones de la Mesa para configurar estructuras de estado a lo largo de las distintas sesiones en el Parlament y dar a conocer con sus opiniones sus también lícitos planteamientos de acuerdo a las distintas interpretaciones que éstos hacían de los aparentes controvertidos y discutibles artículos que establece la Constitución española  respecto a las recomendaciones sobre el derecho a decidir.

Bien es verdad que, -a mi modesto criterio-, habría que distinguir, históricamente hablando, entre movimiento “separatista” y movimiento “independentista”. La tan ansiada independencia hoy reclamada, más o menos democráticamente,  no es sólo un simple deseo arbitrario de secesión sino un profundo sentimiento arraigado celosamente y transmitido entre el pueblo catalán, cuando no, heredado de abuelos a nietos y de padres a hijos, en un nuevo escenario político, social y económico que no se corresponde hoy con el vivido hace quinientos años pero que, sin embargo, perdura y madura en la memoria emocional y colectiva de la mayor parte de los catalanes. Por lo tanto, no puede considerarse sólo un capricho de una minoría sino, como ya he dicho, el fruto de una conciencia nacionalista generalizada que desea ver cumplido de inmediato su futuro.

De manera que, por la condición foránea que me atañe, no me encuentro en óptimas condiciones para opinar con la debida objetividad que se precisa sobre el deseo, casi unánime, de dar cumplimiento a una voluntad ancestral largo tiempo esperada de la que, por otra parte, sí que creo que también servirá para intentar ocultar del todo, bajo la gran y pesada alfombra estelada, la enorme corrupción llevada a cabo por numerosos políticos catalanes. Alfombra sobre la que, además, habrán de desfilar el 1º de Octubre, al compás de Els Segadors, millares de catalanes convencidos, camino de las probables urnas, en cuyos fondos, cubiertos ya de suficientes papeletas, se diluirán las muchas sospechas habidas por malversación de capitales, cohecho, prevaricación, etc., etc., que algunos honorables responsables esperan con entusiasmo que tal olvido se produzca, camuflado también entre tanta supuesta algarabía ciudadana. 

A partir de aquí, son muchas las dudas que, -en caso de una hipotética desconexión de España-, asaltarán a muchísimos ciudadanos que como yo, -foráneo y además ex funcionario jubilado de un Ayuntamiento catalán y con más de treinta años de residencia en Cataluña-, quedaríamos, por ejemplo, en una situación, cuando menos, de total desamparo y sin protección aparente, pendientes de una o doble ambigua nacionalidad que regularice nuestra nueva situación jurídica en una futura republicana Catalunya.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

CASUALIDADES

No ha sido casualidad que me reencontrara de nuevo con mi entrañable amigo Alejandro Matilla al que conocí durante el servicio militar en el año 1968 en el CIR 15, Hoya Fría, Tenerife. Esta vez ha tenido lugar en el año 2017 en Gerona, durante una alegre visita llevada a cabo por su parte el pasado viernes, 1º de Septiembre, en mi propia casa. Si exceptuamos el encuentro fortuito habido entre nosotros en Madrid en 1972, este otro ha ocurrido cuarenta y cinco años después de aquella lejana fecha, cuando ambos contamos ya con setenta y un años cumplidos.

Sin embargo, si ha sido una gran casualidad el encuentro, -después de aproximadamente cuarenta años, -también fortuito-, que durante mis vacaciones del pasado Agosto en el Puerto de la Cruz, tuvo lugar con el que fuera capitán Carlos Ramos Aspiroz, -once años mayor que nosotros-, y al que conocimos mientras Alex y yo, con veintidós años cumplidos, permanecíamos en aquel centro de instrucción reclutas en Tenerife.








En el centro, el Capitán Ramos; a la derecha, Alejandro Matilla

Una tercera casualidad, mayor aún si cabe que las anteriores, ha sido la conexión casual que en un espacio tan corto de tiempo ha permitido situarnos a los tres en el mismo escenario de antaño porque Alejandro Matilla, luego de ser furriel en la 9ª Cía., sería Cabo 1º de la undécima compañía que capitaneaba Ramos en el tercer batallón mientras yo, cabo 1º de la 9ª Cía, dibujaba chistes para la revista Atlántida, gestionada entonces por el mismo capitán.

Para cerrar este círculo emocional imbuido por tantos reencuentros habidos, sólo sería necesario hacer coincidir los dos extremos opuestos de la circunferencia aún abierta: el contacto entre el que fuera cabo 1ºAlex y el otrora capitán Carlos Ramos Aspiroz hace ya cuarenta y nueve años.

martes, 5 de septiembre de 2017

CHARNEGOS

A propósito de las críticas vertidas estos días por la entidad independentista SÚMATE  sobre la equidistancia que según Jordi Évole él mismo ha pretendido mantener en lo que se refiere a su postura personal en relación con lo publicado por el Periódico de Cataluña a propósito de los posibles errores cometidos por los mossos durante su intervención en los atentados terroristas de las Ramblas, confieso que no salgo de mi asombro por cuanto de paso se insinúa también el hecho de que Jordi pretenda mantener así su neutralidad en un tema tan complejo y espinoso para tantos otros como es el derecho a decidir el 1º del próximo mes de Octubre en Cataluña. Me viene ahora a la memoria la difícil situación vivida por parte de los inmigrantes llegados a Cataluña entre los años 50 y 60 del siglo pasado y que, como yo mismo en aquel entonces, éramos tildados, comúnmente y por extensión, con el término de charnegos y el papel que éstos y sus hijos nacidos en Cataluña jugarán próximamente en las urnas, sean éstas de cartón o de plástico transparente.

Para los catalanes de entonces, Jordi Évole, por la condición de inmigrantes de sus padres (granadina su madre y extremeño el padre) hubiera sido, -independientemente de nacido en Cataluña-, el perfecto charnego, como también lo fueran, entre otros muchos, Joan Manuel Serrat, Fco. Candel, José Montilla, Maragall, etc., etc., y eso, aunque no lo parezca, quiere decir mucho en cuanto al derecho a decidir el próximo 1º de Octubre. Bien es verdad que el término charnego parecía entonces más lingüístico que racial, aunque también obedecía a tu no pertenencia a Cataluña. Sin embargo muchos castellanos y andaluces encontraban el término sumamente insultante cuando no despectivo, incluso, xenófobo.

En tal sentido, independientemente de todos aquellos, catalanes o charnegos, que opten por el derecho a decidir en las urnas, no cabe duda de que para los miles de nacidos en Cataluña,-aunque de padres charnegos-, las connotaciones sentimentales de tipo familiar, étnicas, culturales y sociológicas,  habrán de jugar un importante papel en su decisión final, aunque es de suponer que todos ellos, imitando el comportamiento atribuido por SÚMATE a Jordi Évole, también decidan guardar esa equidistancia que no les comprometería a nada por mucho que en su día Jordi Puyol considerara como catalanes a todos aquellos que viven y trabajan en Cataluña mientras que su mujer, Marta Ferrusola, se lamentara entonces de que el Presidente elegido de la Generalitat fuera José Montilla y no el Muy Honorable Josep Montilla, como mínimo.

Por tanto, el peso específico que suponen los miles de charnegos afincados definitivamente en Cataluña desde hace años, juegan un importante papel a tener en cuenta en los sondeos de intención de voto que se lleven a cabo a partir de ahora por medio de encuestas fiables que nos permitan aproximarnos al número de participación  real y objetiva el próximo día 1º de Octubre. Todo ello si es que el Referendum llegara finalmente a producirse.

lunes, 4 de septiembre de 2017

MI GRAN AMIGO, ALEJANDRO MATILLA

Aún me estoy recuperando de la muy agradable sorpresa que me produjo la visita de mi gran amigo Alex.

La última vez que nos vimos fue, -de pura casualidad-, en Madrid, en el año 1972 y aunque hemos mantenido una regular comunicación desde entonces  a través de mi Blog y de algunos E-mails cruzados, no nos habíamos vuelto a encontrar desde entonces. Sin embargo, creyendo yo que sería su hija Natalia la que el viernes pasado y según su propio padre nos sorprendiera con su visita, ha resultado ser el propio Alex el que se ha tomado la molestia y la modestia de presentarse en casa tan de improviso y de una manera tan conmovedora que aún no nos hemos repuesto de tan feliz y emotivo reencuentro. 

Durante estos breves días que hemos pasado juntos hemos reconstruido nuestras respectivas vidas desde que nos conociéramos, solteros ambos, durante el periodo del Servicio Militar obligatorio en el CIR 15 de Hoya Fría, en Tenerife, en el año 1968.

Ni que decir tiene que desde antes de conocernos ya nos unían comunes afinidades en lo social y en lo político y que nuestras respectivas existencias habían transcurrido por insondables oscuros caminos trazados por los golpistas;  caminos que nosotros mismos iluminábamos validos sólo de nuestra  mutua tolerancia, solidaridad, amor al prójimo y, ¿por qué no decirlo?: desprecio absoluto por la arbitrariedad de la, por fin, pasada dictadura y su vergonzosa inhumanidad durante los largos años de posguerra en los que nos tocó nacer (1946).



He tenido el enorme privilegio de fotografiar a mi entrañable amigo Alex en dos épocas bien distintas de nuestras vidas y en su honor he confeccionado este montaje fotográfico que marca la diferencia habida desde el año 1968 en que nos conocimos en Tenerife y el año 2017 en que nos reencontramos de nuevo en Barcelona. 

miércoles, 30 de agosto de 2017

EL CARCAMAL

Según el Diccionario de la Lengua Española editado por la RAE, en sentido despectivo se denomina CARCAMAL a toda persona decrépita y achacosa. Más que una definición propia para designar físicamente a individuos de estas particulares características yo me atrevería a advertir que CARCAMAL define, sobre todo, -independientemente del lamentable deterioro personal-, una forma determinada de ser por parte de algunos sujetos que suelen tener en común, aparte de las físicas características ya mentadas, edades, casi siempre, superiores a los cincuenta años, aproximadamente,  y que por muy distintas razones que luego trataremos de analizar no se encuentran a la altura psicológica, sociológica ni moral que se espera de su propia contemporaneidad. Ello explicaría por sí sólo sus extraños comportamientos en público, sobre todo cuando su deplorable sentido del ridículo además de su atrofiado sentido común, terminan mermando del todo las que deberían ser sus actitudes lógicas y normales en su entorno social. 




¿Cómo explicar si no la velocidad aproximada de sesenta kilómetros por hora por el carril izquierdo de una autopista tomada por un vehículo de gran cilindrada y conducido por un distraído sexagenario? En este caso concreto podríamos achacarle dos distintos errores cometidos, a cual peor: el primero de ellos es, sin duda, circular a una velocidad más baja de lo aconsejable, -con el peligro que ello conlleva-, por el carril de la izquierda; el segundo: ¿Por qué comprarse un vehículo de gran cilindrada para conducir a tan exigua velocidad? No cabe ninguna duda de que en este caso concreto nos encontramos ante un auténtico cuando no peligroso CARCAMAL.

Al llamado CARCAMAL, por lo general, se le puede también encontrar en distintas iglesias, formando parte invitada de alguna boda contraída por algún familiar lejano para poco después tropezarnos de nuevo con él en el banquete, risueño, tras un habano con vitola encendido y sostenido entre los dientes mientras escancia con destreza sidra achampanada con la botella asida por el gollete, la camisa blanca empapada de sudor y la roja corbata floja y previamente mutilada porque alguien mucho más joven que él, previo pago, decidió darle un tijeretazo como, en algunos casos, manda la tradición.

Un tercer y breve ejemplo con el que doy por terminada esta particular observación es la relación de pareja llevada a cabo por un CARCAMAL y una jovencita a quién le dobla la edad. Es aquí donde el CARCAMAL en público encuentra mayor dificultad para adaptarse a las circunstancias porque es consciente, pese a todo, de que no las tiene todas consigo, -aunque se cree capaz,- y pretende estar a la altura que exige la cita sin que se le note demasiado; y vaya si se le nota porque posiblemente haya querido vestirse de manera informal para la ocasión. Se habrá dejado los tirantes en casa y el cinturón que sostiene el pantalón, -oculta del todo la hebilla,- ya se encuentra por debajo del vientre que a su vez se le nota en demasía porque fatalmente, además, ha decidido ponerse ese día la camisa blanca entallada que le regaló su difunta hace ya un lustro creyendo que, de ese modo, la estrechez realzaba mejor su fondona figura. Lo peor llegará cuando quiera convencerse a sí mismo de que la joven no habrá querido salir con él sólo por disfrutar de una romántica cena en su compañía y para demostrarle que, pese a todo, sigue conservando un espíritu todavía joven, acabará invitándola a bailar a la discoteca más próxima en cuyo interior el ridículo se tornará ya del todo completo volviéndose sin remedio en su  contra.

No quiero ni pensar cómo acabará la noche cuando por fin, una vez en el exterior y dominado ya por una ardiente y desmedida  pasión, sus incontrolables afectos hasta ahora escondidos alcancen sin remedio el climax del paroxismo.

No me negarán ustedes que ser un CARCAMAL es algo bien distinto a la definición que de él hace la RAE

RIGUROSA ACTUALIDAD

Hace ya algún tiempo que he sido convenientemente vacunado contra esa oscura pandemia que todavía hoy asola los distintos medios de comunicación nacionales y/o extranjeros y que algunos continúan describiendo como RABIOSA ACTUALIDAD.

Antaño, -antes de que los nuevos medios de comunicación de masas hiciesen su aparición, la llamada RABIOSA ACTUALIDAD, -la mayoría de las veces manipulada-, solía aparecer muy de cuando en cuando, despertando entre los asiduos a cierta prensa escrita un precario interés por la noticia  o, -cuando no-, una también cierta incredulidad por cuanto la mayoría éramos conscientes de que el término RABIOSA se encontraba a menudo asociado a distintos aspectos de la vida ordinaria que nada tenía que ver con lo realmente trascendente entonces desde el punto de vista social o político. De RABIOSA ACTUALIDAD podía considerarse el fichaje millonario de un futbolista, la fastuosa boda de una joven princesita europea o lo último en materia de moda por parte de Chanel, por poner sólo algunos ejemplos.

Contra la RABIOSA ACTUALIDAD solíamos para ello CURARNOS DE ESPANTOS y de ese modo soportar así mucho mejor lo que determinados sectores de los medios de comunicación, -léase prensa, radio y televisión-, consideraban prudente sobre lo que, a su criterio, deberíamos de ser advertidos o informados sin que el astuto,-para ellos-, fantasma de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN hiciera de pronto su fatal aparición haciendo mella entre todos nosotros y terminara también por CURARNOS EN SALUD, arrojándonos a la pura realidad social de la calle y despojándonos de las pocas esperanzas de paz de las que disponíamos en los duros años de posguerra.

Desgraciadamente, casi todo aquello que hoy se publica en el seno de las REDES SOCIALES parece seguir dando sensación de RABIOSA ACTUALIDAD, o con esa cínica intención lo propagan algunos. De modo que, -para CURARME EN SALUD-, a nivel particular puedo afirmar, sin temor a hacer el ridículo y por la misma razón,  me niego rotundamente a formar parte de ese intrincado mundo virtual formado por Twitter, Lindekin, Facebook, Instagram, etc., etc., y tan sólo pretendo disfrutar de lo que yo ahora doy en llamar con respeto RIGUROSA ACTUALIDAD.

De RIGUROSA ACTUALIDAD, por ejemplo, puede considerarse hoy el anuncio de la exigente voluntad de la Generalitat de Catalunya en continuar con firmeza su proceso soberanista, exigiendo del Estado español el derecho a una independencia tal que les permita en breve la creación de una tan deseada República Catalana, siempre que se produzca el tan delicado acontecimiento de un inesperado triunfo mayoritario en las urnas a través de una también imprevista votación de la mayor parte de la ciudadanía el próximo uno de Octubre que daría lugar a la puesta en marcha de la denominada Ley de Desconexión de la que otros muchos esperan que ni siquiera se produzca. En lo que a mi familia respecta, nos encontramos, -sin   desearlo siquiera-, con un pié al otro lado de la frontera de un imprevisto nuevo país del que, -si nadie lo remedia-, para bien o para mal, pasaremos a formar parte en el futuro como ciudadanos de pleno derecho. Así están las cosas y así habrá que considerarlas.

lunes, 28 de agosto de 2017

NO TENGAMOS MIEDO

Posiblemente yo me considere tan republicano como cualquier catalán también republicano y en consecuencia tan alejado de los criterios del PP como también lo están miles de españoles en este país pero de ahí a verme envuelto en un manifestación pública engañosa, -de aparente rechazo al terrorismo yihadista y organizada a la medida de los señores Puigdemont y Junqueras-, va un trecho tan largo como la distancia misma que me separa de la aprovechada conveniencia de los responsables de la Generalitat de Catalunya.

En tal sentido debo denunciar la total opacidad habida en el supuesto homenaje a los fallecidos durante el transcurso de la manifestación, eclipsada ésta por una puesta en escena sin ninguna espontaneidad popular ni con la humildad que se espera en un acto de dolor y respeto a las víctimas y, además, ensombrecida de tal manera por cientos de esteladas reivindicando un derecho que ayer no correspondía exigir.

En cualquier caso, los organizadores han querido ser más papistas que el papa, y en lugar de honrar a los muertos como se merecían, -que hubiera sido lo fundamental-,  han querido demostrar su profundo agradecimiento a quienes, en definitiva, no pudieron, en ningún caso, hacer nada para evitar las dieciséis víctimas mortales que se han cobrado los atentados de Cambrils y Barcelona; es decir: homenajeando a los mossos d`Esquadra, bomberos, guardia urbana, servicios médicos, etc., etc. Todo ello con la única finalidad de demostrar una marca Catalunya capaz de emocionar, promocionar, organizar y reivindicar un país ajeno a lo que el resto de españoles esperamos también de él: que continúe entre nosotros.

Desde el principio, y quizá con un doble sentido muy explícito, me chocó la arrogancia con la que se esgrimía el oficioso eslogan en contra de los yihadistas: NO TENEMOS MIEDO. Yo hubiera optado por la humildad del modo subjuntivo: NO TENGAMOS MIEDO. 

jueves, 24 de agosto de 2017

AZUL-VICTORIA (SEVERÍN)

Como quiera que durante mis vacaciones en el Puerto de la Cruz necesitara sellos de correos para la península, el quiosquero de la Plaza del Charco a quién le había comprado las postales me sugirió la posibilidad de encontrarlos en la tienda de Severín, frente al muelle. Se trataba de una especie de mini bazar cuya puerta exhibía un logo de CORREOS sobre el que rezaba la palabra TIMBRES pero  dónde también se podía comprar desde una sencilla navaja plateada hasta una plancha eléctrica de última generación. El local no resultaba más grande que un ring de boxeo y desde el centro del cuadrilátero me recibió el propio Severín; de unos setenta años, impoluto, educado y amable.

Sr. Severín, -pregunté-: ¿Tiene Vd. sellos de correos para la Península?

Al escuchar su propio nombre en boca de un extraño, desde el centro mismo del ring me lanzó la primera andanada sobre el plexo solar. Me sugirió el nuevo sello con la imagen del monarca Felipe VI del que dijo haber tenido mucho éxito entre los coleccionistas extranjeros. Destacó la prestancia de Su majestad y el diseño y colores del propio sello del que personalmente se sentía muy orgulloso. Sin capacidad suficiente todavía para reaccionar, lo que no recuerdo con exactitud es como acabamos hablando no sólo de la guerra civil española sino además de la División Azul y su intervención en la Unión Soviética. Empezaba yo a notar que el señor Severín resultaba un verdadero entusiasta de los componentes de aquella división dirigida por el General Agustín Muñoz Grande cuando, -acorralado yo contra las cuerdas-, recibí una primera serie de golpes al hígado que me dejaron del todo aturdido. El señor Severín afirmaba con total rotundidad que los combatientes españoles, -a juicio de los propios mandos alemanes-, resultaban mucho más eficaces que sus propios colegas: soportaban el frío y el hambre mucho mejor que el resto hasta el  punto de que “nosotros éramos mucho más temidos por los soviéticos en el campo de batalla que los teutones”

No hizo falta tirar la toalla. Me encontraba ya a punto del K.O. en el último asalto cuando la campana sonó milagrosamente en mi auxilio con la entrada de un nuevo cliente al cuadrilátero. 

Tras la derrota finalmente sufrida, después de despedirme del Sr. Severín y una vez ya en la calle, eché un nuevo vistazo a la fachada de su comercio tratando de descubrir algún signo visible que pudiera revelar su todavía desmedida simpatía no sólo por los componentes de la División Azul sino también por la Falange. Y claro que lo encontré. Se trataba del curioso nombre de su Bazar: AZUL VICTORIA-SEVERÍN (ver foto adjunta).

Inmediatamente recordé que, entonces, explotar un ESTANCO no se le permitía a cualquiera sino, sobre todo, a las viudas de aquellos oficiales Caídos por Dios y por España 

lunes, 21 de agosto de 2017

TERROR EN CATALUÑA


Los últimos actos terroristas cometidos tanto en Barcelona como en Cambrils han sumido a la población de Cataluña en un desasosiego tal que todos estamos queriendo vislumbrar las distintas posibilidades de volver a ser de nuevo víctimas inocentes en cualquier punto y por parte de cualquier célula yihadista incubada lentamente en algún barrio de la periferia de las grandes ciudades catalanas; tal es el estado de inseguridad al que hemos estado sometidos a lo largo de estos aciagos días. Sin embargo y por una cuestión no sólo de carácter semántico, muchos estamos en total desacuerdo con la aparente soberbia que implica el eslogan anónimo esgrimido últimamente por la ciudadanía en general y “aprobado” por los distintos representantes políticos de la Alcaldía de Barcelona y Generalitat de Catalunya y que reza del modo siguiente: “NO TENIM POR” (No tenemos miedo).

La frase en sí rezuma un moho de soberbia  por cuanto el miedo no es algo descartable a voluntad y muchos de nosotros sí que, efectivamente, albergamos ese miedo que nos incita a sospechar que algo similar puede volver a ocurrir sin que podamos ni siquiera evitarlo si no se toman otras medidas adicionales adecuadas. Pero sí defiendo que el miedo genera mecanismos de defensa más o menos eficaces frente al terrorismo que pueden salvar vidas inocentes como, por ejemplo y por citar sólo uno, la instalación de bolardos en los puntos de intersección en las Ramblas o la Sagrada Familia. Por otro lado y desde el punto de vista estrictamente semántico, hubiera resultado mucho mejor haber sido más humildes y sin otras pretensiones haber conjugado el verbo de manera bien distinta; en modo subjuntivo: “NO TINGUEM POR” (No tengamos miedo).

No parece lo mismo una soberbia aseveración incierta que un humilde ruego de esperanza.