RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

viernes, 16 de junio de 2017

¿AMNISTÍA FISCAL?

Si de algo me ha servido estudiar Bellas Artes no ha sido necesariamente para sólo aprender a dibujar. La disciplina del dibujo ya la traía bastante aprendida desde casa sino, -para a través de él-, expresar todo aquello que no sólo me resultaba agradable o bello en el sentido estético de la vida sino también para todo aquello que resulta desagradable a mi moral y ética personal y profesional

El Sr. Montoro, en este caso, personaliza todo aquello que, como he dicho antes, afecta de modo muy directo a mis principios y convicciones fundamentales como ciudadano y valiéndome una vez más del lápiz, -que por cierto resulta un arma fundamental en la lucha por la libertad de expresión-, he querido manifestar mi más enérgica repulsa a aquella idea suya surgida como consecuencia, o bajo el pretexto, de haber estado ESPAÑA al borde del rescate y por la que llevó a cabo su impopular AMNISTÍA FISCAL bajo el eufemístico nombre de REGULACIÓN TRIBUTARIA que el Tribunal Constitucional ha terminado, por fin, condenando.

En este mismo DIARIO DE TENERIFE, nuestro estimado colega José Mª López García ya se hizo eco ayer, con muy buen criterio, sobre el particular y en cuyo artículo me he inspirado para llevar a cabo y reproducir esta singular caricatura que representa a uno de mis más íntimos enemigos: JAVIER MONTORO.   


martes, 13 de junio de 2017

Reflexión parcial sobre CATALUNYA

Seguramente, muchos de ustedes, -después de tanto tiempo asomándose cada día al apartado de OPINIÓN de este singular periódico-, se habrán preguntado en más de una ocasión cómo es posible que todavía hoy no me haya pronunciado en favor o en contra del contencioso abierto entre Cataluña y el Estado en referencia a la interpretación que cada una de las partes implicadas hace de la Constitución y cuyas consecuencias se prevén algo severas a tenor de la radicalización de unos y otros en sus primitivas posturas que para nada, ni de momento, parecen conducir a un principio de acuerdo compartido que permita, de una vez por todas, la aceptación pactada de una solución coherente entre la Generalitat de Catalunya y el Gobierno de la nación.

Desde mi punto de vista y sobre todo para un “castellano” de ultramar como yo, resulta muy difícil opinar sobre un sentimiento tan arraigado de “catalanidad” como el que mantienen la mayoría de catalanes desde hace siglos, a no ser que uno esté, en todo caso, completamente dispuesto a hacerlo, libre de todos los prejuicios sociales que nuestra otra procedencia implica; sólo así, sin ese lastre de españolismo rancio y en este caso concreto, podremos estar dispuestos a aproximarnos con ciertas garantías de éxito para tratar de entender ese concepto de espíritu, también soberano, que envuelve de manera invisible ese otro profundo sentimiento catalanista común que tanto parece perturbar, por ahora, al resto de las distintas Comunidades.


Por poner sólo un ejemplo; recién llegado a Cataluña me llamó poderosamente la atención el hecho de comprobar el total desconocimiento que un elevado porcentaje de la población rural del interior tenía de la lengua castellana. Sin embargo, su propia lengua la cuidaban con tanto esmero y la transmitían con tanto celo de padres a hijos que, a pesar de todas las dificultades que les imponía entonces el régimen franquista, jamás dejaron de hablarla.  Ello fue más que suficiente para que yo, exento como ya me sentía de los prejuicios de aquello otro que para muchos significaba ser “español”, me encontrara ya debidamente preparado para poder experimentar in situ el más profundo respeto y admiración por todos aquellos quienes, pese a todo, jamás abandonaron sus ancestrales costumbres, sus interesantes y distintas tradiciones y, mucho menos aún, su propia y hermosa lengua.

De modo que, independientemente de las connotaciones estrictamente políticas que durante siglos han continuado estando presentes entre las partes ya mencionadas y cuyo peso específico con el que éstas han condicionado este difícil y largo proceso soberanista sin precedentes debo admitir, sólo resta remitirme a lo que, a título personal, me parece absolutamente fundamental, quizá también esencial y hasta incluso romántico, y es que ese bello sentimiento telúrico secular que a lo largo del tiempo los catalanes han venido manteniendo  del todo vivo, - no sólo gracias a sus tradiciones y costumbres aún vigentes sino además y sobre todo a la prudente conservación de su lengua autóctona-, ya me hubiera gustado a mí, como isleño que soy, haber mantenido los nuestros también vivos durante todo ese tiempo y para siempre entre la población de las siete islas que componen nuestro bello archipiélago de Canarias y  sin la nefasta influencia ni vieja dependencia cuasi colonialista de la lejana metrópolis española. 

viernes, 9 de junio de 2017

IN MEMORIAM: Javier Echevarría

A tenor de la secuencia de los hechos manifestada en su momento por los amigos del valeroso Javier Echeverría que aquel fatídico día, -en su vano afán de intentar evitar el asesinato de una joven hasta hoy desconocida-, se enfrentara contra tres peligrosos yihadistas armados, albergo serias dudas sobre lo que, en un momento dado, puede repararnos el destino habida cuenta de las visibles paradojas que presenta la tristísima película de todo lo acontecido y que, sin embargo, no resta en nada verosimilitud a todo lo ocurrido sobre el puente de Londres.




La primera y menos significativa de estas dos distintas paradojas se manifestó abiertamente durante la espontánea utilización de un sencillo monopatín que, entre sus propias manos, el mismo Javier intentaría convertir, -aunque sin suerte-, en un contundente arma de defensa cuando, precisamente, con ella bajo sus pies había conseguido alcanzar gran notoriedad entre los muchos practicantes del urbano deporte del skateboarding.

La segunda y para mí la más importante de ambas es la interpretación que todos los participantes, activos o pasivos de estos trágicos episodios, hacen de la lectura de los distintos libros sagrados de sus respectivas creencias o religiones. En el caso de estos musulmanes concretos, la lucha suicida practicada contra el infiel, -con la que dejan vindicada la matanza-, les garantizará la vida eterna en la Gloria pero, así mismo, las víctimas cristianas inocentes de la barbarie yihadista en curso reclamarán también para sí el mismo derecho a tanta felicidad tras su muerte con lo que la paradoja prevista por mí en un principio, queda convertida así en una lamentable y pésima contradicción todavía más perversa si cabe y, lo que es más grave, sin respuesta aparente que la justifique.

PARADOJAS = Ironías del Destino

En cualquier caso, los acontecimientos acaecidos y relacionados con el episodio que le tocó vivir en particular al joven y prometedor Javier Echeverría, pudieron tener cuatro distintos finales. El primero y más dramático es el que realmente hemos conocido: la muerte lamentable de la joven, -todavía hoy sin identidad-, a quién Javier no logró salvar pese a su arrojo y la suya propia. Las otras tres opciones que ya todos intuimos  hubieran tenido al menos un mejor desenlace todas ellas pero el más feliz de todos los posibles y que el destino les denegó rotundamente  hubiera sido que ambos hubiesen tenido la oportunidad de haber salido indemnes del dramático trance que les tocó vivir aquel fatídico día tres de Junio de dos mil diecisiete en Londres.
Descansen en Paz

domingo, 4 de junio de 2017

SOMBRAS DE MOIX

En la barra del Bar donde cada mañana acudo a tomar el cortado, un parroquiano, sentado ante un “moriles” de dudosa procedencia, se lamentaba en voz alta, -a todo aquel que quisiera escucharle-, de lo siguiente:

-No acabo de entender tanto lio con el fiscal Moix ¿No parece lógico, -se preguntaba-, que sólo los fiscales y nadie más puedan tener empresas en paraísos también fiscales?

Sólo yo, entre otros muchos, me sentí directamente aludido pero decliné mi intervención para no correr el riesgo de mostrar públicamente mi total desacuerdo y abrir con ello un debate innecesario con un supuesto provocador.

El nombramiento de Manuel Moix, a tenor luego de las conversaciones descubiertas entre Ignacio González y Zaplana, ya presagiaba lo peor; pero aun así, burdas coartadas eran tejidas hábilmente de inmediato por sus más próximos colaboradores en la sombra para tranquilizar a la prensa. El panorama  presentaba el aspecto de un peligroso campo minado de dudas razonables para el PP, amparadas precisamente por las intensas sombras que desde un principio arrojaba su particular designación para el cargo de fiscal anticorrupción. Aquella otra mina que parecía ya olvidada en el tiempo, colocada por su propio padre en una empresa offshore en Panamá pero descubierta a tiempo por el DIARIO INFOLIBRE,  hizo explosión de golpe cuando menos lo esperaba y con las esperanzadoras consecuencias que hoy ya todos conocemos.















En mi modesta opinión y ya que hablamos de sombras, para desgracia suya, Moix se habría hecho eco de aquella frase que confirma que “la sombra del ciprés es siempre alargada” y creyó oportuno refugiarse allí, donde, a su criterio, jamás hubiera sido descubierto, sin tener en cuenta que el planeta tierra gira alrededor del Sol y que en un momento dado en el que el astro rey se encuentra en su cenit, el ciprés, por muy alto que éste sea, sólo proporciona un punto insignificante de sombra respecto de un árbol con copa convencional. Irremisiblemente, sintiéndose ya al descubierto, bajo la cruda luz del mediodía, reparó entonces, aunque esta vez tarde, en que si hubiera prestado en su día la suficiente atención a como tratan las higueras los campesinos de Formentera, hubiera estado completamente seguro de que al amparo de su fresca sombra jamás hubiera sido descubierto.


sábado, 3 de junio de 2017

PEDRO GRAHEL, artista

El extracto de comentario más abajo, perteneciente al Blog de Salvador García, pone de manifiesto el interés despertado por un artista canario, Pedro García, ya fallecido y que tuve la ocasión de conocer personalmente en Barcelona, donde le ofrecimos cobijo por unos días, antes de que partiera hacia Londres. Corrían los años 70.


































A la izquierda, Leocadio con PEDRO GRAHEL a su derecha

"Garhel es un gran desconocido, con una obra sobresaliente que ha permanecido prácticamente olvidada. Le conocimos con todas las inquietudes y toda la sensibilidad de un creador inagotable, en constante ebullición. De él se ha escrito que su trabajo resultó fundamental “en la normalización del arte performativo basado en las experiencias autogestionadas, en el desarrollo del videoarte y la incorporación de las nuevas tecnologías a la práctica artística”. Un artista polifacético y multidisciplinar que ya en los años setenta se desenvolvía en el ámbito de la performance. Fundó y dirigió el denominado Espacio P, en Madrid, donde promovió, junto a Rosa Galindo, proyectos artísticos avanzados e innovadores que atrajeron a destacados artistas nacionales y extranjeros."  

martes, 30 de mayo de 2017

3o de MAYO, día de Canarias

Entre el escaso o, más bien, inexistente vínculo telúrico que cabría esperar de todos los canarios para con su tierra, además de la denostada imagen que, en general, en Canarias se tiene de la figura del “mago”, es lógico pensar que, -la ausencia de estos dos sentimientos fundamentales entre la población autóctona-, en mi modesta opinión, supone el lamentable deterioro de los pilares imprescindibles sobre los que debería descansar firmemente la identidad propia de un pueblo que, además de haber perdido su propia lengua, conserva una escasa población “mestiza” en comparación con esa otra “criolla” que, durante siglos, ha venido ocupando los puestos más relevantes de la administración local desde la conquista de las islas.



En tal sentido estoy parcialmente de acuerdo con el Sr. Chaves cuando dice que Canarias, en general, carece por completo de ese sentimiento ideológico que bastaría para lograr que cada 30 de Mayo, cada canario se identificara  plenamente con el Día de Canarias  pero no tendríamos que olvidar que sólo un sentimiento profundamente nacionalista como aquel del que presumen vascos y catalanes, por poner un ejemplo, sería más que suficiente para lograr tan deseado propósito.

La cuestión, -y en eso no quiero entrar a fondo-, es si existe por parte de los partidos políticos canarios una férrea voluntad en desarrollar una política seria encaminada a reforzar la recuperación de un sentimiento propio de identidad insular al margen de aquellos otros promovidos veladamente desde Madrid y que justifican un planteamiento de política colonial ya trasnochada de la que, curiosamente, muchos de los nuestros se sienten del todo satisfechos.

¡¡Así no hay manera!!

lunes, 29 de mayo de 2017

CRÓNICA DE UNA ESTAFA

“El joven que conducía el flamante Audi negro aparcó precipitadamente junto a la acera y a través de la ventanilla abierta del vehículo llamó a voces a aquel hombre que le doblaba la edad y que, casualmente, acababa de entrar en la plaza del pueblo ignorante de todo lo que habría de ocurrirle a partir de aquel momento.

Cuando el septuagenario se hubo acercado, alertado por las voces, el conductor del Audi, dirigiéndose a él con marcado acento italiano le preguntó:

-¿No te acuerdas de mí?
-Pues, ahora mismo no caigo, -respondió dubitativo el hombre mayor-.
-Sí, hombre, haz memoria, -otra vez el joven-. 
-No, lo siento, pero no recuerdo, -se lamentó el jubilado-.
-¿Qué hacías, a que te dedicabas en 1999-2000? -insistió el joven en perfecto castellano pero con marcado acento italiano-.
-Pues, trabajaba en el Ayuntamiento de Mollet, en el departamento de Parques y Jardines, -respondió de carretilla el jubilado-.

El italiano que hablaba con fluidez el castellano o, por el contrario, el español que lo hacía con simpático acento italiano encontraría al fin un resquicio por donde colarse en el pasado prometedor del viejo pero educado ex funcionario.

-Yo era, -dijo- precisamente, el que os servía entonces los fitosanitarios para los jardines. ¿Recuerdas? 
-Ahora caigo, -respondió el jubilado más por educación que por la certeza de aquella dudosa afirmación.



Ahora le tocaba al italiano contar la evolución profesional que había logrado alcanzar desde que hasta el año 2000 distribuyera todavía fitosanitarios para jardines en Mollet. En estos momentos era brillante director de ventas de la famosa firma de ropa Armani (EMPORIO ARMANI) y precisamente hoy, día en que casualmente había encontrado a un afable colega de antaño, estaba dispuesto a regalarle una serie de trajes de muestras, traídos exprofeso para una exhibición en Montjuic y así celebrar de paso el nacimiento de su primer hijo habido con la hermosa esposa alemana con la que felizmente llevaba casado apenas dos años. Así se lo haría saber al ex jardinero.

Invitó al jubilado a sentarse en el asiento de copiloto del coche mal aparcado y, sin mediar palabras, extrayendo del asiento posterior hasta seis trajes, perfectamente enfundados y todos supuestamente de Armani, los fue colocando uno tras otro sobre las rodillas de su perplejo viejo amigo.

-Perdona, pero no es necesario tanto desprendimiento, -balbució el jubilado avergonzado. Al fin y al cabo ya no necesito trajes que lucir en ninguna otra ceremonia como no sea la de mi propio entierro, -concluyó con sorna el viejo-.
-Tranquilo, yo sólo te exijo un pequeño detalle en metálico con el que comprar a mi mujer un sencillo regalo de tu parte. Los trajes ya tienen un valor de más de tres mil euros y por quinientos o seiscientos que tú destines a la felicidad de la primeriza mujer de un amigo no sería en absoluto ningún despropósito, -argumentó con firmeza el italiano.

El jubilado ya no parecía ser completamente dueño de sí mismo ni de sus propios actos. Había sufrido tal coacción psicológica en tan corto espacio de tiempo por parte del italiano que, sin saber cómo, ahora se encontraba frente al cajero automático del Sabadell extrayendo de su cuenta los 600 euros que, mientras colocaba la tarjeta en la ranura,  ya había pulsado en el teclado su joven e inolvidable amigo de antaño.

El italiano que decía llamarse Mancini, se guardó el dinero inmediatamente no sin antes depositar en brazos del jubilado los seis supuestos trajes de Armani de los que sólo dos serían de su talla y los cuatro restantes de tallas inferiores y por lo tanto inservibles. Ni que decir tiene que tampoco pertenecían a la prestigiosa firma Armani pero antes de que el viejo comprobara este preciso detalle, el italiano ya había huido con toda la pasta y a toda prisa a bordo de su flamante y rápido Audi negro.”

Nunca hubiera sido capaz de imaginar que mi ingenuidad pudiera haber sido tan excesiva y mi inocencia tan pueril. Hasta el punto de llegar a creer que todo lo que me estaba pasando hasta el momento era, en realidad, producto de la buena voluntad de alguien que conocía del pasado, que había prosperado felizmente en la vida y los negocios y que acababa de ser padre por vez primera. No cabe duda de que estoy perdiendo facultades………y dinero.

zoilolobo@gmail.com

jueves, 25 de mayo de 2017

NEOLIBERALISMO

¿Por qué se nos estimula hoy tanto a creer que la llamada socialdemocracia se encuentra totalmente desfasada en Europa, en pleno declive en favor de un capitalismo neoliberal del que se dice que no sólo es creador de empleo sino, además, garante de eso que todos hemos dado en llamar en su momento estado del bienestar?

¿Qué pecados habrá cometido la izquierda durante su largo recorrido  -a juicio de los avezados analistas políticos- para que den ya por concluida, -a principios de este siglo XXI-,  la lucha que supuso en su día para socialistas, comunistas y otros la consecución de serias mejoras en el empleo y salario dignos y razonables para toda la clase trabajadora?  

Sólo la intensa presión llevada a cabo por la izquierda y sindicatos a lo largo de los siglos  XIX  y XX lograrían para la clase obrera en Europa la suficiente y necesaria humanización del trabajo diario, a base de unos sueldos dignos y unas jornadas laborales aceptables que hoy por hoy han vuelto a menguar de nuevo. Parece ser que hemos olvidado todo el trayecto recorrido desde entonces y que sólo ahora, con mucha resignación, nos queda esperar de la derecha capitalista la creación de nuevos y prometedores puestos de trabajo que no acaban nunca de llegar y la aceptación de unos salarios que, por lo menos, nos permitan subsistir modestamente mientras continúa disparándose descaradamente la horquilla abierta entre los pocos que lo poseen casi todo y los muchos que no poseen casi nada.

El crecimiento económico, según algunos sondeos y que vaticinan con optimismo los distintos analistas políticos, habrá de venir, -si es que viene-, de la mano de esa corriente económica capitalista representada por el llamado neoliberalismo europeo del que no me fio en absoluto y que, a mi juicio, tanto está tardando en dar los frutos esperados por el conjunto de la clase trabajadora y que pongo seriamente en duda en que pueda producirse próximamente. Mientras tanto, el miedo de muchos, despertado por el creciente y paulatino ascenso de una izquierda joven,  preparada y prometedora, paraliza del todo la toma de medidas imprescindibles para un posible cambio de gobierno, acuciado como está de los muchos casos de corrupción que le asedian y que le lastran hasta el punto de poder producir un rápido hundimiento, incluso, del partido.

Sin embargo, soy consciente de que el fácil acceso a las distintas redes sociales y el difícil acceso a la universidad por parte de los numerosos jóvenes mayores de dieciocho años hace imprescindible hoy una nueva toma de conciencia sobre la enorme dificultad que entraña vivir prácticamente en una realidad virtual que no tiene nada que ver con los serios problemas que presenta hoy en día afrontar con total firmeza un futuro mejor. Dificultades que se derivan, precisamente, del propio sistema neoliberal que ha terminado por instalarse en el seno de nuestra, ya de por sí, precaria sociedad consumista, -todo hay que decirlo-, y que sólo muy pocos tratan de contrarrestar con políticas y medidas económicas encaminadas todas ellas a la mejora de unas condiciones laborales y salariales del todo y por todos deseables.

De igual manera que muchos católicos disponen sobre su mesilla de noche de la Sagrada Biblia, yo, en la mía, dispongo de Der Kapital y, a buena fe, confieso que como terapia frente a todo lo grave que está ocurriendo en materia social, no me duermo sin antes repasar algunas cuestiones planteadas en su día por Karl Marx en materia política y que me ayudan a conciliar el sueño en medio de la catarsis que me invade su lectura.

sábado, 20 de mayo de 2017

NAUFRAGIO POLÍTICO

De súbito, como rata que intuye el naufragio inminente, -no sin cierta fortuna-, también el charrán se desprendió bruscamente del elegante logo del PP muy pocos segundos antes de que comenzara el hundimiento. Una estrecha y larga vía de agua en la línea de flotación de la amura de estribor haría zozobrar con tal rapidez al buque que desaparecería, como por arte de magia, de la vasta superficie de agua casi al instante, balanceándose con suavidad mientras se hundía lentamente hacia las profundidades del océano sin dejar otro rastro que abundante papel mojado a flote.

Muy por encima de las ondas provocadas en la superficie del agua por el peso del buque en su descenso y que se multiplicaban concéntricas en una milla a la redonda, ahora el charrán volaba en círculos, oteando desde el aire los desperdicios que desde sus bodegas emergían sin cesar hasta la superficie ocupando un extenso área donde antes había flotado felizmente el PP.

Una vez llegados al lugar del siniestro, lo que reclamó mayor atención de la UCO fue la cantidad de papel mojado flotando: facturas, libros de asientos y contabilidad, contratos, recibos de pago, cheques, pagarés, sobres blancos con membretes, etc., etc. Sin embargo, por el momento y después de una extraordinaria aunque infructuosa operación de búsqueda, no se pudo hallar entre los numerosos restos esparcidos ni el cuaderno de bitácora como tampoco la hoja de ruta, imprescindibles ambos para tratar de esclarecer lo ocurrido y que hubieran podido arrojar algo más de luz en tan misterioso naufragio.



Para entonces, una dotación profesional de SALVAMENTO MARÍTIMO había rescatado aún con vida a un puñado de náufragos en movimiento entre los que se encontraban personajes tan conocidos como Bárcenas, Esperanza Aguirre, Francisco Granados, Nacho González y otros muchos más quienes provistos de modernos chalecos salvavidas reflectantes intentaban, -aunque en distintas direcciones y con los culos al aire-, ganar a toda costa las paradisiacas playas de algún paraíso fiscal seguro del entorno y cuyas coordenadas, a fin de no extraviarse de ruta, llevaban visiblemente tatuadas sobre la piel del empeine del pie derecho.

De la tripulación no se tenía ni el más mínimo rastro, nada se sabía hasta el momento. Se cree que, valiéndose de un simple sextante y a bordo de alguna lancha de salvamento, haya podido poner rumbo a lo desconocido.

Horas más tarde, -localizado ya el pecio-, el cuerpo sin vida de Rita Barberá,  frente a un trozo de tortilla de patatas y un whisky (ambos sin consumir), sería rescatado del interior de su camarote privado.


¿REALIDAD? ¿FICCIÓN?

Hubo un tiempo no tan lejano todavía en que por el carácter extraordinario de un determinado acontecimiento acaecido dentro o fuera de nuestras fronteras, éste solía ser descrito por la prensa en general, -tanto nacional como internacional-, como una manifiesta realidad que hubiera  superado con creces las expectativas de ficción del hecho en sí, ya fuere por su riguroso extremismo,  por su aparente incredibilidad o por la rareza de su propia naturaleza.

“La realidad supera la ficción”, clamaban entonces los diarios en sus cabeceras, reclamando para sí la exclusividad y atención de tan extraordinaria noticia.

No sé si aventurarme a afirmar que todo debió haber empezado con el prototipo de submarino, -botado en San Fernando en 1888-, inventado entonces por el teniente de navío Isaac Peral y cuya realidad superaría con creces y por vez primera la ficción de un Nautilus, imaginado ya en 1871 por el escritor francés Julio Verne en sus Veinte mil leguas de viaje submarino y La Isla misteriosa. Mucho más tarde, en 1969, con la llegada del hombre a la luna, el satélite de la Tierra no sólo resultaría mancillado y pisoteado por el astronauta americano Neil Armstrong sino que, además, le sería también arrebatado de forma grosera a los tiernos enamorados, a los miles de soñadores, a los poetas solitarios en particular  e incluso, -¡cómo no!- a la mismísima noche mediterránea de la ciudad de Valencia. La REALIDAD había superado con descaro y por segunda vez a la FICCIÓN. Hasta entonces, me atrevería a decir que la mayoría de todos nosotros buscábamos con enconada ansiedad un refugio seguro en la remota posibilidad de imaginar un mundo distinto, un mundo nutrido de ficción que nos librara para siempre de la dura realidad que se presentaba inexorable ante nuestro incierto futuro y colmase nuestros precarios anhelos



El llamado estado de FICCIÓN dentro del que, -por lo menos antes-, muchos de nosotros nos refugiábamos para conseguir evadirnos en silencio de aquella dura realidad que nos acechaba con urgencia en cada esquina del pasado  ha terminado, -con el paso tiempo y merced al empleo de ordenadores y otros nuevos dispositivos disponibles-, siendo eficazmente sustituida por esa otra pretendida REALIDAD VIRTUAL del futuro; una suerte de apariencia de realidad engañosa que nos permite estar presentes en su sombrío interior, libres si se quiere de cualquier responsabilidad y sin obligación alguna de tener que participar de forma activa en ella y que, en mi modesta opinión, no deja de ser una nueva versión de aquel otro antiguo ideal de FICCIÓN, perseguido con tanto encono por todos y cada uno de nosotros, de manera obsesiva, a lo largo de nuestra más que azarosas vidas.

Hoy por hoy, definitivamente, la llamada REALIDAD, -al contrario de lo que  sucediera a veces en el pasado-, ya jamás podrá superar a su oponente FICCIÓN, toda vez que ésta parece adolecer hoy de  los suficientes escrúpulos,  profundos sentimientos, laica moral, humana generosidad, etc., etc., que antaño le caracterizara y cuyas carencias la hacen totalmente irrefrenable a juzgar por todos aquellos perjuicios ocasionados a la sociedad con los que muchos, -esquivando impunemente aquella REALIDAD-,  se han ido enriqueciendo de forma ilícita, han asesinado vilmente a sus parejas, han robado a saco al prójimo, etc. y, -todo ello-, en un alarde de falsa imaginación e inmodestia desenfrenada para la que no estaban formalmente preparados. Sin embargo y a pesar de todo, nos complace gratamente comprobar como la siempre cruda REALIDAD, manejada con la necesaria prudencia y justicia, en ocasiones renace y continua siendo capaz, -cruzándose hábilmente en el camino de los ambiciosos-, de frenar los excesos de celo mostrados por éstos  en continuar intentando amasar fortunas  a costa del erario público aparentando, -sin escrúpulos en sus criminales propósitos-, una dignidad tan sólidamente ficticia como la empleada en su día por Verne al describirnos con suma maestría  en sus Veinte mil leguas de viaje submarino  como la figura de un ambicioso y desgraciado Capitan Nemo, comandante del Nautilus, naufragaba y se hundía irremisiblemente a bordo del primer submarino de ficción de la historia creado por la imaginación del hombre.