RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

domingo, 8 de abril de 2018

SUEGRA ADEMÁS DE ABUELA

Uno o una no es el o la que decide siempre convertirse en suegro o suegra de motu propio sino que sin ni siquiera pretenderlo y, por si fuera poco, sin saberlo, se convierte en ello como consecuencia de esa imprevista circunstancia que, con el tiempo, es muy probable que también te arrastre a convertirte en abuelo o abuela sin tu expreso consentimiento.

En el apartado suegras hay que distinguir dos binomios bien distintos y a cual más explosivo:
1º.- El de suegra-yerno (suegra aporta hija al matrimonio)
2º.- El de suegra-nuera (suegra aporta hijo al matrimonio)

En ambos casos la situación, a priori, parece complicada pero las estadísticas sobre el particular arrojan un porcentaje más negativo en el segundo de los casos, sobre todo, cuando las circunstancias y el tiempo las convierte además en abuelas.

Tal es el caso de la reina emérita Sofía en relación con su nuera la reina Leticia a la que ésta, aparte de suegra, y en virtud del  matrimonio contraído con su hijo Felipe en su día, también ha convertido en abuela de dos inocentes infantas que no son aún conscientes del controvertido escándalo suscitado hace unos días por saltarse su abuela, en opinión de la reina Leticia, el supuesto protocolo establecido para estos casos por la Corona.

¿Quién decide que te conviertas en abuela sin tu consentimiento? Pues, las circunstancias; de tal modo que una se convierte, sin ni siquiera pretenderlo, en víctima, precisamente, de tales circunstancias y tan sólo por ese motivo, tal parentesco debería estar amparado y regulado por Ley, de modo que sería del todo recomendable aprobar, para estos casos en particular, un régimen de visitas obligatorias en favor de sus nietas de acuerdo, eso sí, con calendarios escolares, visitas protocolarias, vacaciones, etc., etc. 

Convertirte de pronto en suegro o suegra y con el tiempo en abuelo o abuela, no depende exclusivamente de ti. Ese es el verdadero problema y por cuya razón, como ya hemos apuntado antes, debería estar regulado por Ley y exigir los derechos que te pudieran corresponder al carecer de decisión personal en la elección y doble función que conlleva ser a la vez suegra y abuela o suegro y abuelo respectivamente.

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