RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

sábado, 25 de noviembre de 2017

LAS MANADAS

Escribir desde Cataluña para un diario insular en Canarias conlleva siempre el condicionante de tener que abordar el tema del procés desde su vertiente más política y social, independientemente de lo que a título personal pueda uno sentirse comprometido o no con él.
Por tanto, mi compromiso personal por lo que a ello respecta no debería nunca confundirse con mi también opinión sobre el asunto que nos ha venido ocupando durante estos últimos meses y que al parecer, merced a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, se ha venido calmando paulatinamente. No olvidemos que muchos no catalanes hemos sufrido los hechos en primera persona y que cada uno de nosotros también hemos acabado tomando partido en una u otra dirección.
En cualquier caso con la aplicación del artículo 155 pronto tendremos ocasión de asistir a un nuevo y largo capítulo; sobre todo, a partir del resultado que se produzca en las próximas elecciones al Parlament de Catalunya. Hasta entonces, prácticamente, calma chicha.



Si la dicha es buena, nunca será tarde, pero a tenor de otros muy distintos y graves acontecimientos acaecidos últimamente en España no podríamos ni deberíamos dar por bueno el popular y acertado refrán con el que comienza este nuevo párrafo de mi artículo. Me refiero al reciente proceso abierto a los componentes de LA MANADA y a las viles amenazas vertidas en las redes sociales por los miembros de ese otro grupo violento perteneciente a la Policía Municipal de Madrid.
De los primeros y de su falta de dignidad personal no podría decirse que para satisfacer sus supuestos deseos sexuales, hubiera sido necesario tener que, cobardemente y por la fuerza, haber consumado entre todos la violación de una joven indefensa además de ebria. De lo que se desprende que el placer obtenido por los violadores era de otra índole bien distinta; el del sometimiento por la fuerza y quizá también el de la venganza. Venganza por todo aquello que la mujer representa hoy en día en nuestra sociedad moderna y que ellos no soportan. 
Los otros, los policías, podrían haber pertenecido perfectamente a LA MANADA. Muy poca cosa les diferencia de los primeros. El abuso de poder, las amenazas y el ánimo de desear la muerte con sufrimiento a una mujer como la Sra. CARMENA pone muy bien de manifiesto la catadura moral de ambos grupos. De modo que espero que el peso de la Ley termine aplastando del todo y para siempre esos deseos virulentos de extrema venganza hacia los demás por razones de culto, de sexo, de ideas, etc., etc.

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